2. Los niños descubren el
mundo de la expresividad
musical
Cada niño está en capacidad
de asimilar el lenguaje
musical, sostiene Valeri
Brainin. El objetivo de su
método es despertar las
capacidades creativas y el
talento para la propia
expresión del niño. Para
ello los pequeños reciben un
apoyo multilateral durante
el proceso de enseñanza.
Esto se consigue, ante todo,
gracias a que el material
musical se asimila de forma
diversa, con ayuda del
lenguaje, el canto y la
gesticulación. De forma
paralela se estudia algún
instrumento musical, lo cual
para el éxito del Método no
es obligatorio.
Las clases comienzan de
forma totalmente lúdica. Los
elementos del lenguaje
musical se introducen
mediante cuentos y versos
infantiles. Desde la primera
clase el niño se siente en
condiciones de cumplir
diferentes tareas a través
del juego. Una
particularidad es que
algunos elementos se
asimilan a través de
estructuras integrales: por
ejemplo, no se estudian las
notas negras, blancas y
redondas, sino fragmentos
musicales rítmicamente
elaborados. No es la nota
suelta, sino la frase
musical el concepto
fundamental. Los grados de
la escala se estudian por
medio de tonadas infantiles
y solo después de aprendidos
se relacionan con una
tónica. De esa forma el
maestro desarrolla en el
niño desde un principio el
concepto y la percepción de
tonalidad y armonía. Las
clases del Método Brainin,
gracias a la posibilidad que
brindan al pequeño de
cumplir exitosamente las
tareas propuestas,
despiertan en él un
sentimiento de alegría y
motivación hacia el
aprendizaje de la música.